sábado, 28 de abril de 2007

¿Qué es terrorismo?


La publicidad como elemento definidor de terrorismo. Un ejemplo

No existe ninguna definición unánime de lo que es el terrorismo. Existen diferentes definiciones, tanto jurídicas como académicas pero no se ha alcanzado un consenso al respecto.
El motivo, es la instrumentalización de la definición de terrorismo, ya que en ocasiones dicha definición imposibilita el considerar el terrorismo de Estado. En la mayoría de las definiciones jurídicas solo se contempla el terrorismo llevado a cabo por grupos insurgentes. En mi opinión el terrorismo es un fenómeno muy .
Actualmente existe la idea generalizada de que llevar a cabo una acción terrorista es lo peor de los delitos imaginables y por ello se tiende a introducir en el marco de lo que es terrorismo ciertas actividades o sucesos que no se pudieran considerar como tales.
Cuando asistimos en los años 90 a genocidios en África o en los Balcanes sucedía lo mismo con estos crímenes, y de igual manera se trataba considerar como tales acciones que realmente no están tipificadas como genocidio.
Estos fenómenos aunque muy similares han de ser demarcados en diferentes marcos para alcanzar una lucha más efectiva.
En mi opinión el terrorismo es toda acción violenta,- indiferentemente de quien la lleve a cabo-, con la intención de inocular miedo para mediante la coacción lograr algún tipo de objetivo. Necesariamente el terrorismo requiere de publicidad, si no, no es terrorismo.
Veamos un ejemplo del elemento publicidad para poder demarcar lo que es o no es terrorismo.
Imaginemos que explotase un artefacto explosivo en una cafetería, todo el mundo pensaría a priori de que se trata de un atentado terrorista. Pudiera serlo, y probablemente en pocos días algún grupo terrorista reclamaría el atentado como propio.
Sucede sin embargo, que pudiera haber sido una acción llevada acabo por un grupo mafioso, que por ejemplo, trataba de cobrar una cierta cantidad de dinero que el dueño del bar les debiera. En este caso no hay comunicado por que no interesa la publicidad, no hay ánimo de inocular terror en la población.
En mi opinión este segundo caso no sería terrorismo. Considero que el percatarse de la diferencia es vital para poder dirigir las oportunas investigaciones sobre el caso que hemos utilizado como ejemplo.
Como se aprecia, aunque estemos ante dos sucesos muy parecidos, nos encontramos ante dos fenómenos diferentes, el terrorismo y las actividades mafiosas que funcionan de diferentes maneras.

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